sábado, 24 de diciembre de 2011

¿Quidico o Reldeco?

Reldeko
(o el antiguo nombre de Quidico)


Relke”, “relgue” o “relde” significa “siete” en idioma mapudungun. El sufijo “co” o "ko"corresponde a “agua” (Catrileo). La palabra reldeko parece provenir de una antigua leyenda de la región de Tirúa, cerca de la desembocadura del río Quidico, junto a la playa del mismo nombre y corresponde a la historia que los antiguos llaman de “las siete aguas”.
Una anciana de nombre Pichol (lejana pariente de Pascual Coña) contaba esta leyenda que fue recopilada a principios de siglo XIX por el lenguaraz del padre Constancio en las vegas de Raunquehue, cerca del actual Puerto Saavedra.
Las siete aguas corresponden al decir de algunos, a las siete formas en que el agua era conocida por los mapuche desde tiempos inmemoriales: la neblina, el rocío, la lluvia, las vertientes, los ríos, los lagos y el mar. Pero correspondía también, según la vieja Pichol, a las siete tierras o “mapus” de la religiosidad mapuche. Estas siete tierras se superponen horizontalmente como siete plataformas. Una de ellas, el minche mapu, que se encuentra bajo la tierra, es el lugar donde los muertos están enterrados y es un plan malvado. En un segundo nivel encontramos el mapu que es el espacio donde coexisten los hombres, los animales y es un punto de fricción entre fuerzas malas y buenas, es el lugar donde cohabitan los mapuche, los espíritus maléficos y las divinidades. Justo encima del mapu se encuentra el anka mapu que es un lugar malo habitado por seres maléficos, los kalkus y los wekufes (Métraux), que acechan a los mapuche para causarles daño y perjuicio. Las otras cuatro tierras (o cielos) restantes se encuentran en diferentes niveles sobre la tierra de los hombres hasta llegar al último nivel superior o wenu mapu, espacio celeste y divino donde permanece ngenchén, el dios de los mapuche. La importancia que adquiere la significación de las siete aguas está dada por el hecho que comprende el conjunto de las siete tierras cósmicas mapuche o sea la totalidad del universo en la cosmovisión de este pueblo.
La anciana Pichol aseguraba que la laguna que da origen al río Quidico era llamada la laguna de las siete aguas porque estaba alimentada por las siete formas que adopta el agua en las representaciones mapuche. Muchas personas aseguraban que el río Quidico -conocido por sus extraños y estáticos meandros- en aquél entonces invertía su curso el día del año nuevo mapuche, el wetripantu (Alonqueo) y el mar se vertía en la laguna para lograr el equilibrio en la comunión de las siete aguas o reldeko.

En diciembre 2003, los obreros que cavaban las fundaciones de una casa en Quidico, en la calle llamada “del fuerte” descubrieron una sepultura mapuche del estilo comparable a la del período Tirúa II que es posterior al complejo llamado Valdivia que data de los años 1200 a 1400, como los indican los trabajos de Bullock y Menghin. Pese a que la urna funeraria comportaba rasgos similares a la cerámica funeraria de estilo Vergel II, la vasija se caracterizaba por una cerámica bicolor, por diseños geométricos y zonas achuradas de color rojo oscuro o negro sobre blanco característico del período Tirúa. Los restos de un cuerpo humano se encontraba al interior, con la cabeza orientada hacia el oeste, tierra de los difuntos (otrora la isla Mocha) como solía hacerse tradicionalmente. Diferentes objetos se encontraban al lado del cuerpo y en particular siete vasijas pequeñas pulidas y herméticamente selladas, que no corresponden a la época pues provienen del período Pitrén (Tom. D. Dillehay) como lo muestra el análisis de radio carbono que arrojó una fecha cercana al año 500 +- 80 d. de nuestra era. El contenido de las vasijas efectuado con resonancia magnética permite afirmar que 6 de ellas contienen agua dulce y la séptima, agua salada. Otros elementos fueron encontrados en la sepultura: restos líticos e iconografía textil, semillas, conchas marítimas decoradas, restos de piedrecillas de cuarzo como las que se introducen en un kultrún (Grebe) y una clava cefalomorfa en piedra símbolo de poder político o religioso, como las que llevaban los lonkos y cuyo origen se sitúa segun (Mostny) en Nueva Zelandia donde estos objetos insignias se conocen como "mere okewa". Las siete vasijas zoomorfas de la sepultura que contienen solamente agua parecen indicar una relación directa con la leyenda de las siete aguas. Más interesante aún, los etnólogos e historiadores (Grau, Catrileo) confirman también que la palabra Quidico proviene del vocablo "quidu": sólo, solitario, mismo.

Quidico correspondería entonces a una expresión que puede definirse como "el agua misma" o "sólo agua". El origen del nombre del lugar tendría una relación directa con la leyenda y la relación entre las siete aguas. Quidico es el lugar donde las siete aguas devienen una sola, el centro del agua misma. La cosmología mapuche define al ente mapuche en el centro de mapu, en medio de los siete cielos y de los cuatro puntos cardinales, los meli wutran mapu (Bacigalupo) que convergen todos hacia el punto central del mundo espiritual de la etnia.

Nos encontramos entonces ante una sepultura ritual importante de un personaje religioso de relieve, posiblemente una machi poderosa o un chamán de prestigio, que fue inhumado con fausto, ornato y respeto en el centro simbólico mismo de la cosmovisión mapuche: Reldeko.
José Caterva.